Yo no soy tu Gurú, ni soy tu pastor, ni soy tu papá, ni cualquier otra autoridad moral, política, religiosa o educativa en tu vida. No soy conferencista, ni coach certificado. No soy tu policía personal o tu entrenador personal ni mucho menos tu motivador personal. Yo solo soy un amigo que te quiere mucho y desea lo mejor para ti. Solo quiero ver como te conviertes en tu mejor versión física, mental, emocional y espiritual; y como obvio resultado de las tres anteriores obviamente, en tu mejor versión económica. Yo nada mas he recorrido un camino lleno de obstáculos que aprendí a sortear a prueba y error y quiero ahorrarte tiempo en el proceso. Solo comparto contigo lo que se según mi experiencia, pero también respeto tu recorrido y aprendo mucho de tu experiencia. Esto lo escribo para todos los emprendedores que de una u otra forma buscan salir del mundo en el que cambian tiempo por dinero porque ya saben que su empleo solo les alcanza para sobrevivir mientras enriquecen a sus jefe...

“Los procesos mentales o emocionales, así como los procesos físicos o corporales, son ínterdependientes; Cuando el cuerpo se encuentra asentado y relajado, muestra mente también se encuentra asentada y relajada; de igual manera es difícil relajar el cuerpo, si la mente se encuentra agitada o perturbada . Es por ello que en ocasiones se hacen algunos ejercicios con el cuerpo para relajar la mente y en otras ocasiones se hacen algunos ejercicios con la mente para relajar el cuerpo. Básicamente hay una interdependencia entre el cuerpo y la mente. - Hun Lye Con este pequeño texto solo quiero motivarte a que reflexiones acerca de la postura corporal en los primeros minutos de tu día. He comprobado con mi propio cuerpo y mente que cuando levantas la mirada, sonries y levantas los brazos en gesto de victoria y posición de ganador como que estas en el podio recibiendo el premio al primer lugar, mi día es mucho mejor. El ritual de la mañana debe ser una mezcla de cuerpo y mente, y de...

Hacer o no hacer, he ahí el dilema. Tomar la decisión de cambiar es el primer paso para mejorar, pero es ahí donde comienza el problema: hay que tomar la decisión. La indecisión puede acabar con el mejor de los proyectos. Que no le pase como al Centauro, según narra el escritor Jorge Bucay: “Había una vez un Centauro, que como todos los Centauros era mitad hombre y mitad caballo. Un día, cuando paseaba por el campo, sintió hambre. – ¿Qué comeré?– pensó. “Claro, tenía el antojo de su mitad hombre y el antojo de su mitad caballo. – ¿Una hamburguesa o un fardo de alfalfa? ¿Un fardo de alfalfa o una hamburguesa?– se dijo. Y como no se pudo decidir, se quedó sin comer. Ya por la noche sintió sueño. – ¿Dónde dormiré?– pensó. – ¿En un hotel o en un establo? ¿En un establo o en un hotel? Y como no se pudo decidir, se quedó sin dormir. Sin comer y sin dormir, el Centauro enfermó. – ¿A quién llamaré?– pensó. – ¿A un médico o a un veterinario? ¿A un veterinario o a un médico?– Y como...